LOS LÍMITES DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Lo
hemos dicho hasta la saciedad: el límite
de la libertad de expresión lo pone, o lo debería poner, la educación, es decir, el respeto al prójimo.
Sin
embargo, un día sí y otro también, nuestros
políticos, esos que dicen que nos representan, elegidos para que defiendan
nuestros intereses, nos dan pésimos
ejemplos de ese respeto al oponente.
Bien
de palabra en el debate político o por escrito en las redes sociales, los insultos, las amenazas, las expresiones
zafias y groseras se han instalado en el lenguaje normal. Alguno, como Pablo Iglesias, hace alarde de su mala
educación leyendo en el Congreso una relación de expresiones soeces. Se ha
abierto la veda, ya todo vale. Y estos son los que deberían darnos ejemplo. Por hacer y decir lo que hacen y dicen
(incluidas las groserías), les pagamos muy buenos sueldos. No tienen vergüenza.
Esto
no ha empezado ahora, lleva ya unos cuantos años de preparación, de ir ganando
pequeñas escaramuzas hasta la batalla final. La perversión del lenguaje, inocente, si se quiere, el “nosotros y
nosotras”, “periodistas y periodistos”, “jueces y juezas” y “músico y música”
dichos con exquisito cuidado de no omitir a ningún sexo (perdón, género), ha ido calando en algunas capas de la
sociedad, sobre todo en los más jóvenes (y jóvenas).
Una ley hecha para luchar más
eficazmente contra el terrorismo, sus actividades, sus organizaciones, y su
apología, que no ha sido muy bien acogida por la oposición y los
movimientos sociales de izquierdas, bautizándola con el nada original nombre de
“ley mordaza”, y atribuyéndole
algunas disposiciones que en realidad no contiene o son mal interpretados, parece hoy por hoy el único límite a
ciertos chistes y expresiones en las redes sociales de las que son objetivo las
víctimas del terrorismo..
En
ese uso descontrolado de las redes
sociales, algunos de esos jóvenes (o no tan jóvenes) han pasado todas las
líneas rojas que se nos puedan ocurrir y hacen chistes malos y macabros sobre víctimas del terrorismo. Si la ley
castiga la apología, naturalmente ¿Qué es sino hacer chistes y bromas en el que
el objeto de la burla es la victima?
¿Podríamos
decir que esa ley antiterrorista supone un límite a la libertad de expresión?
Pues en cierto modo y para determinados asuntos, los relacionados con el
terrorismo, desde luego que sí, pero el
amplísimo campo de la mala educación no queda encuadrado solo en ese asunto,
sino que se extiende a cualquier actividad humana, estudiantes con
profesores, hijos con padres, jóvenes con ancianos, pacientes con médicos,…algo
impensable solo hace unos años.
Los que tuvimos la desgracia de
educarnos en un régimen opresor y dictatorial, con unos profesores
que no eran nuestros colegas (tampoco nuestros padres lo eran) y temíamos los
castigos o incluso de vez en cuando algo más que un cachete, y ni por asomo
disponíamos de los medios de comunicación o entretenimiento de ahora, nos sentimos, en cierto modo, culpables de
no haber sabido transmitir a las generaciones que nos han seguido, un mínimo de
aquellos valores que con tanta “dureza” nuestros padres lograron transmitirnos.
La cuestión es que la cosa va a mucho peor. ¿Quién pone ahora los límites a tanto exabrupto?
the senior_ito hace 10 horas
ResponderEliminar¿Sabe Vd. que incluso la Oficina del Defensor del Pueblo se permite el lujo de "tutear" a un ciudadano que ha solicitado el amparo del organismo ante el mal funcionamiento de un organismo estatal?
¿Sabe Vd. que ante el hecho de que por mi parte les haya respondido utilizando un lenguaje coloquial con el que yo me dirijo a los miembros jóvenes de mi familia, ya no responden a mis solicitudes comunicadas por un registro público?
Pues es lo que toca.
JaimeR42 the senior_ito • hace 5 minutos
EliminarEstimado "the senior_ito", la mala educación, la falta de respeto al prójimo, se ha enseñoreado en nuestra sociedad. Me creo lo que me cuenta porque lo he sufrido igualmente.Estará Vd. conmigo en que esa falta de respeto inicial nos lleva al mal funcionamiento de instituciones y organismos. Parece que estar al servicio de la ciudadanía, que es la que les paga, es como sentirse inferior, no saben interpretar los que se denomina "funcionario público". Afortunadamente la mayoría siguen siendo personas respetuosas y se dirigen de forma correcta al público al que atienden.
manel hace 4 horas
ResponderEliminarApología significa alabar, defender o justificar a alguien o algo, generalmente de forma encendida o vehemente sobre un aspecto determinado. Mucha gente ha hecho chistes, sátiras y ironías sobre el racismo, la homofobia, la transfobia, el franquismo,... sin realmente defender estos hechos. Se llama humor negro. Hay gente que le divertirá y otra gente que le disgustará pero creo que contar un "chiste" no sea una apología al terrorismo. No creo que puede tomarse enserio algo que en sí no esta hecho para ser t
tomado en serio.
JaimeR42 manel hace 17 minutos
EliminarEstimado Manel, como digo en el artículo, el límite de la libertad de expresión lo pone la educación, entendida como respeto a los demás. Si insulto o me río de sus familiares, creencias o cualquier cosa muy querida por él, verdaderamente no estoy respetándolo en absoluto. La cosa es muy fácil, póngase en el lugar del insultado u ofendido, piense en alguna persona muy querida por Vd. o algo a lo que tiene en alta estima y piense que alguien les insulta gravemente, le desea la muerte o cualquiera de esas cosas tan de moda y tan aceptadas por algunas personas. ¿No se sentiría ofendido? ¿Donde ponemos el límite?¿Se atreverían a hacer lo mismo con alguna de las figuras representativas del islamismo?
User xicox hace 2 días
ResponderEliminar¿El autobús de Hazteoír pone en riesgo la salud de alguien? Se lo pregunto porque veo que hacen un uso muy selectivo de la libertad de expresión y estos días se están desgañitando en exculpar a esta "personaja" de algo que no tiene justificación. Por lo visto ha recurrido y esta vez espero que le caigan dos años, por desearle la muerte a Cristina Cifuentes mientras estaba entre la vida y la muerte en la UCI. Ni humor negro, ni chistes ni habas, esto es un delito y punto y tiene que pagar por él para que sirva de ejemplo.
xicox Guest hace 2 días
ResponderEliminarEl problema está, en el límite de la educación/civismo, y la libertad.
Hasta donde me han educado, si haciendo alguna broma o contando un chiste ofendo a alguien, inmediatamente me arrepiento y pido disculpas. Y si era mi intención ofender, dicha persona dejará de tenerme aprecio. Fin de la historia. Otra cosa sería una amenaza seria contra una persona, que pudiera poner en riesgo su salud (ya sea física o mental) por sentirse en peligro por mi persona.
El humor "negro", en muchas situaciones se usa para evadirse de las malas sensaciones que nos hacen sentir ciertos hechos. ¿No habéis oído nunca un chiste en algún tanatorio?. (Esto no lo digo yo, hay estudios científicos que lo avalan, por ejemplo: Emotional structure of jokes: a corpus-based investigation. - Chan YC.)
Entonces, por algo que podríamos solucionar con una disculpa pública, un arrepentimiento, una corrección en el comportamiento, ¿Hay que condenarlo con pena carcelaria?.
En cambio, una persona que recae en el hurto de bienes de otra (por ejemplo, robar la cartera en el metro, no de una, si no de varias personas), siempre y cuando no alcance cierta cifra, no recibirá tal condena
User manel hace 2 días
ResponderEliminarQue no, que no lo disfraces de chiste, que esto es un delito y punto, lo pintes como lo pintes. Nadie se mofa de un asesinato salvo una malisima persona no apta para una vida en sociedad.
User hace 2 días
ResponderEliminarEl artículo es intachable, el que no lo entienda es porque no quiere entenderlo.
Esto que pasa en España, de enjuiciar a la gente solo por hacer chistes crueles, es consecuencia de haber escuchado con exceso de atención las voces de las 'asociaciones de víctimas del terrorismo', siempre ansiosas de protagonismo y con un espíritu de venganza quizá comprensible, pero en absoluto aceptable.
ResponderEliminarEs una desgracia, y muy inquietante, que sean los extremistas de 'Podemos' los únicos que se oponen radicalmente a este atropello a la libertad de expresión..
Desgraciadamente has dado en el mismo centro de la diana!!!!: 9,999999999999....., como muy poco!!!! Otro abrazo fuerte. Paco
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