Publicado en el diario La Razón el domingo 1 de Noviembre de 2015
El
pasado 26 de Octubre, el ex Primer Ministro británico Tony Blair, se disculpó,
en unas declaraciones, del error cometido en 2003 cuando tropas norteamericanas
y británicas invadieron Irak y derrocaron al tirano Saddam Hussein.
Antes,
el ex Presidente norteamericano, George Bush admitió que el mayor y más grave
error de su mandato fue “creer que había armas de destrucción masiva en Irak”,
achacando este error a un informe de los Servicios de Inteligencia
norteamericanos.
Altos
funcionarios de la Casa Blanca afirmaron, en momentos antes de la invasión del
20 de marzo de 2003, que Irak contaba con los elementos y la tecnología
necesaria para construir armas nucleares y que poseía un amplio arsenal de
armas químicas.
El
único hecho cierto, el único precedente, era el bombardeo con armas químicas que
el 16 de marzo de 1988 llevó a cabo la aviación iraquí sobre la ciudad kurda de
Halabja. En ninguna ocasión posterior a este ataque realizado con una mezcla de
gas nervioso y gas mostaza informes de inteligencia confirmaron la existencia
de arsenales de este tipo de armamento en Irak.
En
ningún informe de inteligencia, incluido el esgrimido por Bush y Blair para
justificar la invasión de Irak y que fue desclasificado en marzo pasado, se
afirma nada de eso, más bien al contrario, lo que literalmente asegura el
informe es que “Saddam no tenía suficiente material para fabricar ningún tipo
de arma nuclear” y nada decía sobre los supuestos arsenales de armas de
destrucción masiva.
La
crudeza de la guerra, que no terminó hasta 2010, ocasionó miles de muertes
entre los invasores y los iraquíes, civiles y militares, pero hay una
consecuencia directa de esta guerra, junto con la ingenuidad occidental hacia
las llamadas primaveras árabes de 2010, que es el nacimiento y expansión del
Estado Islámico.
Por
cierto que aunque en España, en determinados sectores sociales, no interese oír
ciertas cosas, hay que repetir una vez más lo exiguo de la participación
española, apenas 1.219 soldados, y el carácter de ayuda humanitaria con la
presencia de un buque hospital en Um Qars, cerca de Basora.
Todos
nos equivocamos y las consecuencias de nuestros errores van parejas a la
gravedad de estos, pero los errores de los políticos occidentales respecto al
mundo árabe son de tal magnitud que forzosamente sus consecuencias también lo
son.
Hemos
hablado de la invasión de Irak, y de pasada de la equivocada posición de
Occidente respecto a las mal llamadas “primaveras árabes” en la que se
repitieron errores semejantes, esta vez con Gadafi o Ben Alí como chivos
expiatorios. (Para nada defiendo sus regímenes dictatoriales y corruptos, pero
ya se ve que no era esa la solución)
¿Qué se ha logrado con todo esos errores?
¿Cuál es el estado actual? ¿Cómo se ha creado y desarrollado un problema
infinitamente más grave para nuestros países como es el terrorismo yihadista o
las emigraciones masivas de refugiados que huyen de guerras de una crueldad
como no se recuerda?
Ahora,
Occidente, con EEUU y Gran Bretaña liderándonos, se sigue equivocando siendo tan
pusilánime en su intervención en Siria, ocasión aprovechada por Rusia para
ocupar una posición hegemónica en la zona.
La
presencia decidida y eficaz de Rusia, que ya ha logrado éxitos militares
importantes, ha empujado a los norteamericanos a intervenir por tierra, aunque
casi de forma testimonial, logrando la liberación de 70 kurdos secuestrados por
el Estado Islámico en una acción de fuerzas especiales que se ha cobrado la
primera víctima americana en este conflicto.
Equivocarse
gravemente tantas veces no puede hacer sino empeorar la situación, sin lograr
el doble objetivo de neutralizar la amenaza terrorista para nuestros países y
pacificar los que sufren más directamente esta guerra del mundo contra el
yihadismo. El temor a nuevos y graves errores tiene ahora maniatados a
norteamericanos y europeos. Unas veces se pasan y otras no llegan. Habría que
conocer los informes que los Servicios de Inteligencia y los mandos militares
les proporcionan y si, como en el caso de Irak, nada tienen que ver con las decisiones
políticas que luego toman,…si es que toman alguna.
Tres
militares españoles han muerto por España al caer el helicóptero en el que se
adiestraban para defender a sus compatriotas de estas amenazas. Descansen en paz
Excelente análisis Jaime, como siempre. Y España en el centro geográfico del huracán que podría generarse. Con la agravante de que nos coge bajo mínimos como nación
ResponderEliminarQuerido Jaime: Muy bueno, como siempre. Enhorabuena. MMV
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