Hace tiempo que quería
escribir este artículo para clarificar, desde mi punto de vista, ciertos
estereotipos que se ha establecido en nuestras sociedades occidentales gracias
al buen trabajo de algunos partidos autodenominados “progresistas”, ayudados
por no pocos medios de comunicación en manos de poderes económicos extranjeros
o poco democráticos, es decir tendenciosos sin paliativos.
Por mi edad y trabajos, he tenido
ocasión de vivir en países a tanta
distancia, no solo geográfica, como la comunista Checoslovaquia, o los
capitalistas Estados Unidos de Norteamérica, también en la democrática Checoslovaquia
surgida tras la caída del muro de Berlín y el desmoronamiento de los regímenes
comunistas del este de Europa.
Además de conocer muy bien los
regímenes dictatoriales de la Libia de Gadafi, la monarquía absolutista en
Marruecos, entre otros modelos políticos por todo el mundo. Quiero decir con
ello que habla más la voz de la experiencia que mis propias convicciones
políticas, que ya a estas alturas todos mis lectores habituales conocen.
Por no hablar del pasado, y según mis crónicas
en estas mismas páginas, podemos comparar en la renaciente Asia a Singapur y
Vietnam, dictadura capitalista el primero y comunismo a ultranza el segundo.
Cámaras de vigilancia por todo el país, duras penas de cárcel e incluso la pena
de muerte para corruptos y narcos, 86.000 $ per cápita, el tercer centro de
negocios del mundo, primer exportador de petróleo de Asia, el mayor puerto comercial
del mundo, paro cero, universidades y hospitales a la cabeza del mundo en
Singapur. Como contraste, miseria y suciedad en las calles de Saigón, suciedad
y desorden en las embarcaciones turísticas (el turismo es la principal fuente
de ingresos del país) en el río Mekong, 1.900 $ de renta per cápita, caos urbanístico
y de tráfico (no se respetan semáforos o pasos de cebra, una aventura ser peatones
en Saigón), pobreza y miseria por todas partes y paro de cifras escalofriantes,
eso sí, banderas rojas con la estrella amarilla se alternan cada veinticinco
metros en calles y bacheadas carreteras, con las de la hoz y el martillo, en lugar de las cámaras de videovigilancia de
Singapur.
Vietnam es un país con una naturaleza exuberante,
los vietnamitas son abiertos, simpáticos y merecerían algo mejor que vivir del
pasado, de la victoria militar contra los EEUU de Norteamérica (todos los
museos son de material militar conquistado a los americanos que, curiosamente,
son los turistas más numerosos). Como vi en la Libia de Gadafi y es habitual en
este tipo de dictaduras, enormes vallas publicitarias del gran líder Ho Chi
Minh, nuevo nombre de Saigón.
Seguramente los nuevos comunistas españoles
no conocen (“ignorancia culpable”) que alemanes del este se jugaban la vida
para huir del “paraíso comunista”, (que oigan con atención la letra de la magnífica
canción “Libre” de nuestro añorado Nino Bravo. Por cierto, ni un solo caso en sentido
contrario) que tras el estruendoso fracaso económico y social del comunismo del
este europeo, los comunistas italianos inventan el eurocomunismo, tratando de
suavizar lo que fue una auténtica catástrofe social para millones de personas,
algunos incluso convencidos de la teoría comunista del reparto social de los
bienes. Que les pregunten a mis amigos
checos que tuvieron la “suerte” de vivir aquella época y viven hoy en la República
Checa integrada en la capitalista UE.
Ejemplos los tenemos en Hispanoamérica
si vemos cómo viven y escapan los que pueden del “paraíso” venezolano y lo
contrastamos con los chilenos y argentinos, por ejemplo.
Yo no digo que los regímenes democráticos,
liberales y capitalistas sean perfectos. Ya lo dijo Winston Churchill en la
Cámara de los Comunes el 11 de noviembre de 1947: “La democracia es el menos
malo de los sistemas políticos. De hecho es la peor, excepto todas la demás formas
que han sido probadas de vez en cuando”.
Lástima que nuestros jóvenes ignoren
la historia mundial y de nuestro país (ninguno sabe, según una encuesta
publicada recientemente, que las Filipinas fueron bautizadas así por el navegante
y descubridor portugués Magallanes en honor de nuestro rey Felipe II, cuando
mandaba una expedición financiada por Carlos I de España y V de Alemania). También
ignoran y de qué manera la historia más reciente de nuestras dos experiencias republicanas.
Claro que de eso ya se encargan los portavoces de la izquierda más rancia. Si
no ¿Quién les iba a votar?
El 9 de noviembre de 1989, ya estaba en
Praga, pude vivir muy de cerca la caída del muro de Berlín y la escapada masiva
de alemanes del este comunista a la Alemania capitalista. Nadie puede negar los
hechos de los que hay abundantes testimonios. Que no vengan ahora con historias.
Eso existió, como existieron los campos de exterminio nazis, que algunos ahora
quieren negar. La verdad solo es una.
¿Hacia dónde va la economía comunista
de China? ¿O la de la “democrática” Rusia? (mil trescientos detenidos, algunos
heridos y líderes presos, en la última manifestación de la oposición política a
quienes niegan el derecho a presentarse a las elecciones).
A ver si nos enteramos: Lo que manda
en el mundo es el dinero, aunque haya varias formas de administrarlo. Este artículo
no va a gustar nada a mis amigos comunistas, lo siento porque tengo amigos que
militan en esa opción política. Solo que piensen, y me digan, donde he mentido
de todo lo que he dicho.