martes, 25 de abril de 2017

LA JUSTICIA ESPAÑOLA ESTA OBSOLETA

Publicado en el diario La Razón el martes 25 de Abril de 2017                                               




         
                No soy yo quien lo dice, Dios me libre, es nada menos que el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, en su Memoria Anual correspondiente a 2016 que presentará en breve.

         Lorenzo del Río, que fue elegido para el cargo en 2011, estuvo anteriormente como presidente de la Audiencia Provincial de Cádiz algo más de diez años, es, sin lugar a dudas, una persona que conoce muy bien esa organización a la que califica de obsoleta.

Del Río es partidario de un cambio radical organizativo, y aboga por establecer “oficinas comunes en penal, civil y ejecutoria”, “un trabajo más colegiado”, “lo demás es perpetuar un déficit organizativo” para terminar añadiendo: “Al final estas oficinas comunes son las que van a solucionar y dar mejor justicia, porque no podemos siempre pensar en esa solución implementarista de que faltan más jueces y más funcionarios”

En muchas ocasiones, jueces, funcionarios y políticos han reconocido públicamente estos y otros defectos congénitos de la justicia española, entre ellos y como más destacado, la exasperante lentitud en todas las etapas del proceso, desde la instrucción del sumario, las investigaciones y toma de declaraciones a las partes y testigos, y las distintas vistas orales, según los recursos a los que se tenga derecho.

José María Michavila, secretario de Estado de Justicia del Gobierno del PP, y Juan Fernando López Aguilar, secretario de Libertades Públicas y Desarrollo Autonómico de la ejecutiva federal del PSOE negociaron por única y excepcional vez en nuestra democracia, un Pacto de Estado para la Reforma de la Justicia, nada menos que hace 17 años, en mayo de 2001, pero tampoco sirvió para nada, a pesar de haber superado fuertes discrepancias iniciales, como el nombramiento de los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a la que ningún partido quería renunciar.

De la desorganización y falta de coordinación da muestra el hecho, real, de que un juez ponga en libertad a un detenido cuando la misma persona estaba siendo reclamada por otros juzgados ubicados en el mismo edificio. De la lentitud con la que funciona podemos poner algún ejemplo igualmente real y vivido por quien esto firma. Un documento puede tardar, en el mejor de los casos y forzando la situación, seis meses de pasar de un despacho al de al lado, o el informe solicitado a un fiscal tardar años en producirse.

Siempre cuento un caso que leí y que ocurrió en una zona rural de Cataluña. Unos propietarios de fincas agrícolas fueron expropiados para hacer unas instalaciones de una empresa de electricidad. Alguna irregularidad se había cometido porque los propietarios expropiados ganaron finalmente el pleito, dieciocho años más tarde, cuando la mitad de ellos había fallecido

Organización obsoleta, funcionamiento lento, descoordinación entre juzgados y organismos de justicia, sistema informático anticuado e ineficaz, falta de funcionarios y jueces y una politización a la que ningún partido quiere renunciar no pueden llamar a lo que hacen justicia, será otra cosa, pero ¿justicia?

martes, 11 de abril de 2017

AMÉRICA FIRST !!!

Publicado en el diario La Razón el martes 11 de Abril de 2017


                                             

                                                       AMÉRICA  FIRST !!!!  

         Ni los más fervientes seguidores del presidente norteamericano Donald Trump, tenían idea clara del alcance de su slogan de campaña: ¡América First ! (América Primero), pero han bastado solo dos meses para comprobar de lo que es capaz este nuevo inquilino de la Casa Blanca, para constatar que iba completamente en serio: “Primero USA” y luego todo lo demás.

         Romper acuerdos de cooperación o comercio internacionales, bombardear una base militar siria o enviar una potente flota a las costas de Corea del Norte, son acciones ya realizadas pero que todo indica que son solo el principio de un desarrollo presidencial que tendrá sobrecogido al mundo entero.

         En estas mismas páginas escribí una esperanzadora crónica, el 18 de noviembre de 2016, titulada “El lado positivo de Trump” donde optimistamente decía: “Como todo no podía ser tan malo, algo bueno, desde mi punto de vista, traerá la llegada de Trump a la Casa Blanca: Su conocida amistad con Vladimir Putin puede tener, si no se estropea, dos efectos importantes, uno la distensión de una amenazante vuelta a la guerra fría y dos, la acción conjunta contra el DAESH”.
         
         Pues la tal amistad entre Putin y Trump se ha deteriorado, o nunca ha existido porque, salvo el aviso previo para evitar víctimas entre las tropas rusas desplegadas en la zona de la base siria bombardeada, todo lo demás no son gestos de amistad precisamente, hasta el punto de que la reacción rusa no sea hecho esperar y ya hay en el Mediterráneo un despliegue importante de buques de guerra rusos.

         Si ha existido, si es cierta la injerencia de los servicios de inteligencia rusos en la campaña electoral y posteriores elecciones norteamericanas, para favorecer a “su amigo” Trump, me temo que esa amistad ya ha terminado, ya no lucharán codo con codo contra el DAESH, porque Trump quiere terminar, de paso, con el régimen de Al-Assad, mientras Putin le defiende y apoya en su lucha contra los rebeldes que pretenden derrocarle.

         Trump construirá su muro con Mexico, y hasta es posible que acaben pagándolo los mexicanos, obligará, ya lo está haciendo, a los aliados europeos de la OTAN a incrementar el gasto militar y poner en los conflictos no solo armamento, sino contingentes más numerosos que hasta ahora, hasta el punto de que ya hay países que van a volver al servicio militar obligatorio, de más o menos duración, y otros lo están estudiando.

         ¿Dónde nos llevará todo esto? Difícil predecir un futuro inmediato de Europa cuando en Siria, Irak y Libia se está combatiendo turcos contra kurdos y yihadistas, americanos y aliados (estos menos por el momento) contra Al-Assad y yihadistas, rebeldes sirios contra Al-Assad y rusos contra el DAESH y rebeldes sirios.

         La esperanza está puesta en que Putin y Trump retomen las buenas relaciones (si alguna vez las hubo), sean capaces de volver a convocar las conversaciones de paz sobre Siria y acaben juntos con el DAESH. La situación turco/kurda y la permanencia de Al Assad serian temas “menores” dejados para más adelante.

         A menos que, como ha pasado, vuelvan a aparecer las armas químicas, lanzadas desde el aire, según algunas versiones de los afectados y que parece corresponderse con la realidad, puesto que simultáneamente fue bombardeado el único hospital infantil que quedaba en la zona, o la versión de Al- Asad de que se trataba de unos depósitos en zona rebelde que su aviación bombardeo, desconociendo su existencia, lo que provocó más de ochenta muertes por gas, de los que buena parte eran niños, que provocó la reacción inmediata de Trump y en la que no quisieron participar los aliados occidentales, la OTAN o la ONU.

         Los acontecimientos se suceden con tanta rapidez que ya ocupan la primera plana las bombas contra los cristianos coptos de Egipto, con más de 50 muertos y el fallo de un explosivo que podía haber aumentado considerablemente el número de víctimas. Todo en vísperas de la visita del Papa Francisco a ese país.

         Esta guerra, a la que hay que llamar por su nombre, solo acabará con la destrucción o rendición total del enemigo, como todas las guerras, y el enemigo común es el yihadismo. ¿Tan difícil es de entender por los políticos occidentales? El buenismo, la alianza de civilizaciones y todas esas iniciativas integradoras de buena voluntad solo logran reforzar al enemigo y alargar el conflicto, eso y que nadie escarmienta en cabeza ajena, por muy próximas que sean las víctimas. Asuman de una vez que estamos en guerra y actúen en consecuencia.