sábado, 20 de febrero de 2016

MISIÓN IMPOSIBLE

Publicado en La Razón el sábado 20 de Febrero de 2016 

           Mucho tendrán que cambiar las posturas actuales de los partidos que han obtenido representación parlamentaria para que Rajoy o Sánchez  logren formar gobierno, lo que se nos antoja, hoy por hoy, una misión imposible.

          No voy a repetir, por sabidas, las incompatibilidades que los mismos líderes políticos han manifestado con toda claridad, algunas es posible que pudieran rebajarse hasta hacerlas admisibles por el otro partido pero las hay tan importantes y rotundas que no admiten la menor duda en cuanto a que no van a ser modificadas. Aunque con estos políticos nunca se sabe.

       Podemos y Ciudadanos han puesto las cosas muy claras: no solo no negociarán nada, sino que cada uno votará en contra de un gobierno en el que tenga presencia el otro.

           El Partido Popular solo podría intentar gobernar con Ciudadanos, que no está por la labor, pero con el resto de la Cámara en contra, no saldría.

        El PSOE es difícil que haga reflexionar a Podemos sobre: 1º Suprimir del programa el referéndum catalán, 2º La Vicepresidencia de Iglesias y el control de los Servicios de Inteligencia, 3º El Ministerio de Defensa para el que ficharon al antiguo JEMAD Julio Rodríguez.

           Lo que piensa un español no involucrado directamente en este juego político, lo definió perfectamente en este mismo periódico el cantautor Joaquín Sabina: “Solo puedo hacer un esbozo de vómito. No me gusta nada cómo juegan con los sillones los que dijeron que era todo por el bien común. No me gusta nada esa táctica de mus con un país a punto de salir de una crisis horrible. Hablo de todos los políticos. La ciudadanía está hasta los c….s de ellos. Y no me gusta que cada 40 años se revivan las dos Españas”.

           Tal como a día de hoy están la posturas de los cuatro partidos, parece que los únicos que desean unas nuevas elecciones son los de Podemos, fiados por las encuestas que les dan votos suficientes para sobrepasar al PSOE, con lo que ese gobierno propuesto por ellos solo modificaría, intercambiándolos, los cargos de Presidente y Vicepresidente.
Algunos ex dirigentes socialistas, entre los que se encuentra el carismático Felipe González, que parecían formar una barrera infranqueable ante ciertas demandas de los populistas, sobre todo en lo referente a la integridad nacional, han moderado su discurso y ven posible el acuerdo PSOE – Podemos, lo que no suma más que 159 diputados (contando con los parlamentarios de Compromis, En Mareas y En Comu Podem, lo que tampoco es tan seguro). Tendrían que recibir los votos de prácticamente el resto de partidos minoritarios. Cuestión, si no imposible, al menos muy difícil.

             Por la otra parte, Iglesias ha empezado a escudarse en errores de redacción” en alguno de los puntos de su programa, tras oír los comentarios de Alfonso Guerra en San Sebastián, en el acto celebrado en el vigésimo aniversario del asesinato del militante socialista Fernando Múgica, cuando llama “niños mal criados” a los dirigentes de Podemos,  y se refiere a Pablo Iglesias como “uno de esos adanes  que pretenden que con ellos se inauguró el mundo, para añadir: "Se permiten, como una pataleta infantil, identificar al PSOE con el búnker",  y censura "su desprecio por la transición" y añade y se reafirma en “nuestro rechazo a la utilización del papel de seda para envolver los crímenes de ETA”.

               Los socialistas, añade Alfonso Guerra, están para "seguir la senda de claridad" que marcó Múgica y "desenmascarar a los equilibristas, a los comprensivos con el horror que fantasean con razones políticas" y continua: "Hoy se habla en despachos y periódicos del derecho de autodeterminación, esa fue la bandera del terrorismo que derramó mucha sangre inocente como la de Fernando". En este sentido, ha advertido de que se pretende "desvanecer la mancha de su reivindicación con palabras edulcorantes, y le llaman derecho a decidir pero, en verdad, lo que se busca es arrebatar el derecho a la democracia y a la libertad".

             Y por si quedaban dudas termina: "Gente como ellos pervierten las palabras y terminan instalando un gulag en las sociedades democráticas".

              Guerra lo tiene claro y no se mueve de su posición de partida, pero otros dirigentes socialistas, ante el temor de que se cumplan las previsiones para una nueva cita electoral, en la que salen mal parados  respecto a Podemos, prefieren dejar las cosas como están y ceder lo que sea necesario para que Sánchez sea proclamado Presidente del Gobierno.

         Insisto, la moderación de Iglesias y de los algunos importantes socialistas podría propiciar la alianza de esos dos partidos, pero aun así, lo veo prácticamente  imposible, no salen los números.

          Rajoy lo ha dicho en Bruselas: “Habrá nuevas elecciones”, aunque no sirvan para cambiar mucho el panorama actual, pero si retrasar el desenlace hasta el verano, añado.

martes, 2 de febrero de 2016

EL ENEMIGO COMÚN

Publicado en el diario La Razón el martes 2 de Febrero de 2016                                

               Tan antiguo como la humanidad, cuando una asociación, grupo o país tiene graves problemas internos, la solución más sencilla y eficaz es buscar un enemigo externo al que todos vean como tal.
         La Venezuela de Chaves lo encontró y explotó con mucho éxito en el “imperialismo yankee”, pero los acuerdos de EEUU con Cuba, su mejor y más fiel aliado hasta el momento,  han hecho rectificar a Maduro, que ha encontrado rápido sustituto como causa de todos sus males en la España de Rajoy, actuales protagonistas de sus frecuentes soflamas.
         Culpar al “enemigo exterior” de todos los males que no son capaces de solucionar, es una forma de tratar de convertirlo en “enemigo común”  y, teniendo un enemigo común la unidad está conseguida, al menos de la mayoría “apesebrada”.
         Ejemplos en el mundo son abundantes y variados, hasta en el deporte, del futbol sin ir más lejos, donde los fanatismos son quizás más viscerales, basta que dos equipos tengan el mismo “enemigo común” para que se produzca la unidad y camaradería entre ellos. No es necesario poner nombres.
         Se está viendo ahora con el PSOE de Pedro Sánchez, más dividido que nunca, con los barones y algunos presidentes de comunidades por un lado, la ejecutiva del secretario general por otro y me temo que las bases sin saber a qué carta quedarse. El partido pierde votos a cada convocatoria electoral en un declive sin freno.
         En la última, por ahora, elección parlamentaria, el aliento de Podemos en el cogote es ya un vendaval de solo trescientos mil votos, o sea casi en el empate. El panorama es desolador, aunque el optimista Pedro Sánchez haga declaraciones como si realmente hubieran ganado, quizás pensando que el que hasta ahora era su único rival, el Partido Popular de Rajoy, trufado de corruptos y ladrones, está lo suficientemente tocado como para ir  a su alcance.
Tanto mirar para la derecha, tanto fijar su punto de mira en Rajoy, quizás le han impedido ver la realidad de un partido antisistema, que ha sabido aprovechar magníficamente los movimientos de protesta ciudadanos, para acercársele peligrosamente.
Pero una cosa le ha salido bien a Pedro Sánchez, y es que nunca falla, el “enemigo común”,  aquel a quien nadie dentro del PSOE le daría ni agua, el Partido Popular y más que el propio partido, aunque también, la figura tan poco atractiva desde el punto de vista de la popularidad como es Mariano Rajoy.
Le ha salido bien. Si en algo ha habido unanimidad absoluta en la reunión del Comité Federal del pasado 30 de enero es en eso, en reconocer que el “enemigo común”, de todo el PSOE, políticamente hablado claro, son los corruptos populares a los que no paran de salirle, oportunamente, casos graves de latrocinio.
En lo demás, los barones socialistas le ha adelantado al mes de Mayo el Congreso Federal al que deberá presentarse de nuevo como candidato a la Secretaría General y esta vez sus rivales internos, que los tiene, muchos y potentes, no se lo van a poner fácil.
A la hora de los pactos, aparte de quedar muy claro y unánime la negativa a pactar nada con el PP, que representa a más de siete millones de españoles, las miras están ahora puestas en Ciudadanos e incluso para Podemos las reticencias son menos, le piden los barones a Sánchez que imponga el programa socialista, con los maquillajes necesarios, para ser aceptados por Podemos y partidos de menor representación.
 Y en cuanto a la propuesta de Gobierno de Podemos, que tanto se apresuraron a presentar en público, como si ya estuviera hecho, con ministerios y vicepresidencia incluidos, nada de nada, hacer valer que, aunque por poco,  (90 – 69) veintiún diputados marcan el liderazgo.
El “enemigo común” les une, pero tanto mirar al PP, no dominan la situación en el resto del hemiciclo y eso les va a dificultar formar un gobierno medianamente estable.
No han querido, desde el principio, saber nada de la gran coalición PP – PSOE - C`s, que parecía la más adecuada, aunque se fijara una legislatura corta y suficiente para proponer y ejecutar los cambios necesarios. Ahora les toca convencer a Ciudadanos para que les dejen gobernar con Podemos, Izquierda Unida, PNV, y las abstenciones de los independentistas. Se me antoja harto difícil que Albert Rivera y su grupo pase por mirar hacia otro lado, dejando el campo libre a Podemos, no lo veo.
Por otra parte, Pablo Manuel Iglesias, está loco por entrar en el Gobierno, pero nada de asuntos sociales, vivienda y esas cosas, lo que quiere es poner a Julio Rodríguez de Ministro de Defensa y tener él mismo, como Vicepresidente, el control del Servicio de Inteligencia (CNI), así que tampoco le va a dar muchas facilidades, pensando, además, que si hay nuevas elecciones  ellos serán los mayores beneficiados.
Rajoy no ha podido reunir los apoyos suficientes, por activa o pasiva, para formar gobierno, pero Sánchez está en parecida situación.
Y mientras nuestros políticos se pelean, los españoles vemos con horror lo poco que les importamos. Ellos a lo suyo.