Desde el máximo respeto y
cariño: VÁYASE MAJESTAD !!!. No nos haga pasar más vergüenza a los españoles en
su persona, aguantando estoicamente insultos, pitadas y faltas de respeto a Su
Majestad y por ende a todos los españoles.
Esto no pasa en ningún país civilizado del mundo donde
también existe la “libertad de expresión” aunque debe tratarse
de otra versión, porque hay libertad, sí, pero no para insultar, faltar al
respeto o agredir verbalmente al prójimo. En
Francia, todos lo saben, el Presidente de la República François Mitterrand, en un partido
internacional Francia – Argelia, en cuanto empezaron los pitidos a la
Marsellesa, no solo se marchó sino que se suspendió el partido. No ha vuelto a
producirse ninguna otra vez. No será porque en el país vecino no se respete
la libertad de expresión, que en esta
España decadente, desde el punto de vista moral y de respeto a los demás,
ampara demasiadas cosas negativas (daría para otro artículo enumerarlas).
Váyase Majestad y ordene que
se suspenda el partido y cada uno a su casa con silbato incluido donde le
quepa. Ya son muchos años, muchas repeticiones de un mismo hecho bochornoso,
vergonzoso, inadmisible.
Y de paso váyase también usted Sr. Villar, pero a su
casa. Ya son muchos años y de aquel Villar que conocí en
Praga recién elegido en los primeros 90, tímido, inseguro y sin apenas saber
cómo hablar en público, a este de hoy que ha aprendido demasiado, y es elegido
a la búlgara elección tras elección. Aquí nadie chista y manda quien manda. Muy
bien, pues emplee esas dotes de mando
para defender a todos los españoles de esa panda de energúmenos (es lo más
suave que se me ocurre para no incurrir en el insulto) y al primero de todos a S.M. El Rey, aunque bien podía defenderse solo y de paso a
todos nosotros, simplemente abandonando el estadio.
Suspendido
el partido, los equipos cuyos aficionados nos hayan faltado al respeto al Rey y
a todos los españoles, naturalmente en uno o dos años, no volverán a jugar una competición que patrocina la Federación
ESPAÑOLA de Futbol y que preside S.M. El Rey de ESPAÑA.
Si no nos quitamos los complejos, si no nos
hacemos respetar unos a otros, la convivencia nunca será posible. Si los
españoles que son socios o aficionados a
esos equipos de futbol no ponen pie en pared, no dicen ¡ Basta Ya ! y son
ellos, la masa social de esos clubes, los primeros que tienen que exigir respeto para ellos mismos y para
el resto de los españoles. Por las buenas o por lo económico, o por dejar
de asistir a su estadio o cualquier otra medida de presión hasta lograr la
cordura de sus dirigentes y aficionados exaltados y mal educados.
La
cosa es muy sencilla: O nos respetamos
todos o esto, esta sociedad, terminará muy mal, no es posible la convivencia
desde el odio. Además, si los hechos ocurrieran al revés, si los españoles
de bien, los educados y respetuosos con lo ajeno, pitaran su himno, insultaran
a su bandera o prohibieran la presencia de sus símbolos deportivos en otros
estadios de España, les aseguro que no permanecerían impasibles.
El
F.C. Barcelona se negó a jugar en su estadio el partido de vuelta de
semifinales de la Copa del Rey en la temporada 1999 – 2000, alegando ausencia
de jugadores del primer equipo que estaban jugando con sus respectivas
selecciones. Para no ser sancionados con la exclusión de la competición de copa
la siguiente temporada, sacaron un improvisado equipo de 10 jugadores y tras
los saludos se retiraron del campo, dando por perdida la eliminatoria.
Hay
antecedentes de suspensión de partidos por esa u otras causas y los árbitros españoles tienen órdenes de
suspender el partido si hay muestras de xenofobia en el comportamiento del
público, insultos a jugadores negros o faltas de respeto graves a los
jugadores.
A los jugadores no, pero a S.M. El Rey de
todos los españoles, lo quieran esos descerebrados o no, a él si se le puede
faltar al respeto. ¡No lo consienta Majestad, antes váyase y evítenos la vergüenza!