Desde
el mismo momento en que se conoció el resultado electoral en EEUU, que daba la
victoria al controvertido líder conservador Donald Trump, el mundo entero,
supongo que menos los sesenta millones de norteamericanos que le votaron, tanto
la derecha moderada como las izquierdas de todo el espectro, se han puesto en
guardia ante las promesas electorales del magnate americano.
Sus
correligionarios europeos, de Francia, Austria, Suecia, Dinamarca, Alemania…ven
en esta victoria una oportunidad de contagio al que también ayuda el éxito del
Brexit del Reino Unido, que a su vez genera divisiones internas, las más
importante las tendencias independentistas de Escocia y en menor medida Gales.
Trump,
durante la campaña, ha amenazado a la OTAN (que cada uno se pague su defensa en
medios y efectivos), a Europa (nada de acuerdos comerciales preferentes), a los
mexicanos (poniéndoles un muro), a los inmigrantes ilegales (proponiendo su
expulsión), ha ofendido a las mujeres, a los negros, a los latinos…otra cosa
será lo que sea capaz de hacer, a pesar de contar con mayoría en el Congreso y
Senado.
Como todo
no podía ser tan malo, algo bueno, desde mi punto de vista, traerá la llegad de
Trump a la Casa Blanca: Su conocida amistad con Vladimir Putin puede tener, si
no se estropea, dos efectos importantes, uno la distensión de una amenazante
vuelta a la guerra fría y dos, la acción conjunta contra el DAESH.
En está
mismas páginas he hablado recientemente de la escalada que supone, por una
parte, la anexión de Crimea y el este de Ucrania por parte de Rusia y su
continua amenaza a las repúblicas bálticas y otros países de la antigua Unión
Soviética y, por la otra, la inversión de 59.000 M$ de EEUU en el escudo
antimisiles desplegado en Europa. Una auténtica escalada militar de muy malos augurios.
Eso puede, como digo, entrar en una etapa de distensión. Putin y Trump se
parecen en muchas cosas y se entienden. Los populismos de derecha e izquierda
se parecen mucho más de lo que ellos mismos quisieran.
En cuanto a
la lucha contra el DAESH, bien es sabido que mientras Rusia apoya a Al- Assad,
USA lo hace a las guerrillas sirias que lo combaten y todo ello con la
participación de fuerzas regulares iraquíes, turcas, kurdas y la aviación de países
como Jordania en un “tótum revolutum” cuyas víctimas son los refugiados que se
juegan la vida en una huida sin destino y quienes atrapados en una guerra cruel
y sanguinaria tienen una muerte garantizada por las bombas o las ejecuciones de
los yihadistas.
Si estos
dos importantes problemas internacionales llegan a una satisfactoria solución,
algo tendrá la humanidad que agradecer a este político radical. Ya se verá.
Como también se verán todas esas amenazas negativas con las que ha hecho su
victoriosa campaña.