domingo, 20 de septiembre de 2015

AVISO A LOS LECTORES


         ESTIMADOS  LECTORES,  A PARTIR DEL PASADO  SÁBADO  CINCO DE SEPTIEMBRE  (05.09.2015) HE  COMENZADO  A PUBLICAR  MIS  ARTÍCULOS  EN  EL  DIARIO  "LA  RAZÓN".
            LOS ARTÍCULOS DE "LA RAZÓN" SE ALTERNARÁN CON LAS COLUMNAS DEL "DIARIO DE CÁDIZ" QUE SEGUIRÁN PUBLICÁNDOSE TAMBIÉN EN EL BLOG "LA QUINTA COLUMNA" LOS SÁBADOS ALTERNOS.
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                        MUCHAS  GRACIAS . SALUDOS
                        JAIME  ROCHA

jueves, 17 de septiembre de 2015

POR FAVOR, PAREN ESTA GUERRA !!!

Publicado en La Razón el miércoles 16 de Septiembre de 2015

          Aunque la fuerza de una imagen, como la del niño sirio ahogado en una playa de Turquía, es de por si suficiente para mover las conciencias de los políticos occidentales, no lo son menos las palabras de otro niño, Nada Nussir, yemení de siete años, que gritaba junto al cadáver de su amigo Abdul Rahman, de solo cuatro años, abatido por un francotirador: “Por favor, paren esta guerra”.
         Nada y Abdul, y millones de niños sirios, libios, yemenís o iraquís  no querían, no quieren abandonar sus países. Ellos y sus padres desearían continuar viviendo una vida en mejores condiciones, sin necesidad de verse obligados a pagar, lo que para ellos son cantidades casi imposibles, a unos mafiosos que, con frecuencia, los dejan abandonados a su suerte, una suerte que en miles de casos acaba con sus vidas.
         Desde la Segunda Guerra Mundial, Europa no  ha vivido un drama humano de estas dimensiones, pero las soluciones, tardías para los miles de muertes evitables ya producidas, son parches que, ni son sostenibles en el tiempo, ni abarca en toda su enorme magnitud el problema.
         En datos facilitados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de refugiados y desplazados por causa de las guerras era en 2014 de cincuenta y nueve millones y medio (59,5 Millones) de personas. Muchos millones  a los que no les van a llegar las medidas “generosas” de países europeos con programas de acogida de unos cuantos miles (15.000 en el caso de España).
         Lo grita Nada Nussir con su leve voz apenas perceptible, tan tenue que casi no ha llegado a los líderes políticos mundiales, que reaccionan siempre tarde y mal. Se equivocan una vez más si piensan que, acoger a unos miles de refugiados que han salvado sus vidas de las mafias y meses de viaje sin medios y expuestos a una muy probable muerte , es resolver el problema.
         No diré que no haya que hacerlo, ciertamente el hecho de salvar una sola vida, la del niño sirio Aylan Kurdi, por si sola, hubiera merecido todo el esfuerzo personal y económico de que hubieran sido capaces de disponer. Desgraciadamente y para vergüenza de la humanidad se siguen produciendo muertes evitables.
         El Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, en recientes declaraciones ha cifrado en cincuenta países los que forman la coalición internacional que lucha contra el Estado Islámico (DÁESH), lo que resulta realmente sorprenden cuando cita a países como Gran Bretaña que participa con “media docena de cazas” limitando los bombardeos a los objetivos en Irak, pero no en Siria, Francia dos cazas y ayuda humanitaria, España ayuda humanitaria, Alemania armamento para los kurdos, que son los únicos que luchan pie a tierra contra los yihadistas, mientras los turcos les atacan indistintamente a ellos y a los del DÁESH.
         Lo he dicho muchas veces y desde hace mucho tiempo: Los dirigentes occidentales, que se equivocan mucho y gravemente, creyeron que la democracia es exportable a países de centenaria cultura árabe y una muy arraigada religión islámica, potenciaron los derrocamientos de tiranos como Sadam Hussein, Ben Alí, Gaddafi, ya asesinados y lo intentaron con el sirio Al Assad, con quien tendrán que negociar tarde o temprano.
         Los más de 3.000 bombardeos con drones y cazas de los aliados (USA, Jordania, Arabia Saudí, Emiratos Árabes y, recientemente Turquía) apenas han logrado más que escasos daños en un ejército, el del DÁESH, que avanza sin oposición por tierra ocupando y destruyendo ciudades como Palmira, asesinando por miles y haciendo huir a cientos de miles de sirios, libios e iraquís.
         Tan solo las milicias kurdas del PKK luchan por tierra contra los yihadistas en la frontera con Siria, tratando de hacerles retroceder en Kobani, mientras sufren al mismo tiempo los ataques del ejército turco.
         “Por favor, paren esta guerra” gritaba Nada Nussir. Hasta que occidente no oiga la voz de ese niño, los cientos de miles de refugiados seguirán llegando, diezmados por las mafias y los naufragios, hasta la indolente Europa.
         

miércoles, 2 de septiembre de 2015

DENSE PRISA, POR FAVOR



En octubre de 2014, hace casi un año, publicaba “De la Esperanza” a petición de amigos que se quejaban del clima de pesimismo generalizado que los medios de comunicación transmiten a diario sobre la situación política, económica y moral de nuestra sociedad. Pedían, no un optimismo irracional, sino un análisis realista de la situación que diera siquiera un rayo de esperanza.

Comentaba entonces: “Hace días un periódico de tirada nacional publicaba una encuesta realizada en 32 países, donde preguntaban a los niños si eran felices y alguna cuestión más sobre lo que pensaban para su futuro de adultos. Los niños españoles se consideraban muy felices y esperanzados, nada menos que los cuartos de esos 32 países encuestados. No perdamos los adultos la esperanza, no tenemos derecho a defraudarlos”.

Conozco, todos conocemos, a españoles jóvenes, de ambos sexos, bien preparados, responsables y comprometidos que ven con preocupación su futuro y el de sus hijos, todavía niños. Que no entienden la deriva hacia el caos y el desgobierno en el que estamos cayendo de forma aparentemente irremediable, con la llegada a los gobiernos locales y regionales de políticos cuyo único objetivo declarado es desalojar del poder a la derecha y cambiarlo todo.

Decía entonces y se ha confirmado tras las elecciones, que no venían a negociar, tratar, o consensuar con nadie cambios o mejoras de nuestra legislación, vienen a destruir sin más, sin tener preparada alternativa, solo el caos, el desgobierno y el populismo más feroz que es el que les ha encumbrado.

Con la colaboración necesaria de la izquierda española, especialmente y menos comprensible, del partido socialista, tenemos a independentistas vascos, navarros y valencianos y anti sistemas del 15M, gobernando (o como quiera que se llamen lo que están haciendo) en ciudades y comunidades donde la norma es acabar con los símbolos, himnos y nomenclaturas que a ellos les suenen a fachas, monárquicos o simplemente españoles.

¿De dónde entonces los motivos para la esperanza? Pues, aunque parezca contradictorio, del éxito de estos nuevos políticos y su práctica de desgobierno llevada a cabo en estos meses, conocida y criticada en apenas 100 días por propios y extraños, de la experiencia griega, de la que el final aun no está escrito pero promete ser muy negativo para el populista Alexis Tsipras y, sobre todo, de esos españoles sensatos, muchos y hasta ahora silenciosos, a los que me refería más arriba, que no dejarán que el desastre se culmine.

La esperanza, que no pierdo, está basada en los españoles, incluso en los españoles de izquierda que, conscientes de su error, rectifiquen la postura de apoyo a los extremistas del pasado mayo. Apoyos que no han tenido el beneplácito de la mayoría de sus barones y a buen seguro tratarán de reconducir en el futuro inmediato.

Pedro Sánchez, empeñado en emular a Zapatero, le ha superado ya en muy poco tiempo, pero sabe que la mitad de su partido no le voto como secretario general y sigue sin quererlo. Sabe que hay líderes que le hacen sombra y que si quiere conservar el sillón y, consecuente y legítimamente aspirar a la presidencia del gobierno de la nación, tendrá que ser aunando voluntades y no creando enfrentamientos.

Algunas abstenciones que han propiciado el “gobierno” de los extremistas están siendo ya revisadas. El PSOE, de ninguna manera, y su líder mucho menos, quieren devolverle el poder a los populares, por eso hicieron lo que hicieron y no se atreven a hacer lo que sensatamente tendrían que hacer.

Sin embargo, ante la gravedad de la situación, y con la prueba catalana de por medio, no debemos perder la esperanza en que los socialistas rectifiquen y enmienden su errático camino.

Rajoy reparte aciertos (recuperación económica) y errores (cuestión catalana, entre otros que ya iremos viendo, como las leyes de última hora fuera de plazo) y apela ahora a la estrategia del miedo, al temor cierto y posible de un pacto PSOE – Podemos tras las elecciones generales de diciembre.         

Los seres humanos normales, quiero decir no afectados por fobias o filias radicales de ninguna signo, reaccionan mejor a los estímulos positivos que a los negativos. Apelar al miedo y no a la esperanza es un grave error cuyas terribles consecuencias pueden ser irreversibles.


Traten de ilusionar, de embarcar en un proyecto común, realizable y positivo para los millones de españoles a los que me he referido más arriba. Movilícenlos para que no se queden en casa y acudan a ejercer sus derechos ciudadanos. Son muchos más que los ruidosos perroflautas y esa es nuestra esperanza. Pero apenas queda tiempo, así que dense prisa, por favor.